El desafío de integrar la enseñanza online en la educación superior
Hace unos días leía el interesante artículo “Why is innovation in teaching in HE so difficult?” de Tony Bates, en el cual reflexiona sobre los desafíos y dificultades para integrar las distintas modalidades de enseñanza en la educación superior. En él, argumenta que la innovación en este ámbito ha obtenido resultados dispares dependiendo de cada país y contexto. Por ejemplo, en Norteamérica, el aprendizaje online se ha generalizado en la mayoría de las universidades y facultades en los últimos 15 años. Sólo en Estados Unidos, uno de cada tres estudiantes se encuentra actualmente inscrito en al menos un curso de educación a distancia / online (Seaman et al., 2018) y, mientras las matrículas realizadas en los campus han permanecido estáticas o han disminuido, las inscripciones online han aumentado aproximadamente un 5% en los últimos cuatro años.
Otro fenómeno similar es el de la educación abierta, representando por los cursos MOOC, con más de 20 millones de inscripciones anuales. Puede haber críticas sobre sus tasas de finalización y la falta de calificaciones aceptadas, pero hasta las universidades más prestigiosas los han incluido dentro de su oferta educativa.
Otro ejemplo de la importancia creciente de la innovación tecnología en la educación es Pockets of Innovation, el proyecto de Contact North con casi 200 casos de estudio que ha identificado la adopción de usos innovadores de la tecnología en clase por parte de muchos docentes en colegios y universidades, siendo en su mayoría independientes de cualquier estrategia institucional.
Sin embargo, uno de los mayores impactos del aprendizaje online sobre la educación superior es la integración del aprendizaje online con la enseñanza en el aula, en forma de aprendizaje semipresencial o híbrido. Bates (2017) encontró que casi tres cuartas partes de las instituciones canadienses están incorporando este tipo de enseñanza. Sin embargo, dos tercios de las instituciones informaron que menos del 10% de los cursos tienen este formato. En otras palabras, el aprendizaje integrado online es amplio pero aún no profundo. Y es aquí donde quizás reside el mayor desafío de la innovación exitosa: garantizar la integración de alta calidad de la enseñanza online y presencial.
El número más reciente de la revista Distance Education, publicada por Mays, Combrink y Aluko (2018) incluye un interesante artículo de Kanwar et. al que aplica el marco de adopción de innovación de Wisdom et al. (2014) para proporcionar una metarrevisión cualitativa de las barreras para la adopción del aprendizaje abierto y a distancia en institutos de educación superior convencionales en Camerún, Kenia y Ruanda. El marco tiene cuatro elementos clave (que se basan en el trabajo anterior de Everett Rogers sobre la difusión de la innovación):
- Entorno externo: políticas nacionales y financiación, infraestructura / entorno físico externo.
- Organización de la institución adoptante: políticas institucionales, estructura organizacional, liderazgo.
- Naturaleza de la innovación: complejidad, coste, tecnología.
- Individuos: habilidades, percepciones, motivación, sistemas de valores del personal y clientes afectados por la innovación.
Kanwar et al. usa después este marco para realizar un estudio en los tres países, en el que identificó claramente algunas de las principales barreras para la adopción de la educación abierta y a distancia. Dicho estudio resultó en nueve recomendaciones para la implementación exitosa de la educación abierta y a distancia en las instituciones que hasta el momento ofrecían solo modalidad presencial:
Gobierno
- Desarrollar políticas y financiación a nivel nacional para fomentar la adopción de educación abierta y a distancia.
- Establecer mecanismos de aseguramiento de la calidad a nivel nacional, igualmente para programas presenciales y a distancia.
- Fortalecer la infraestructura de TIC a nivel nacional.
Instituciones
- Crear políticas institucionales y planes de implementación claros para promover y apoyar la educación abierta y a distancia.
- Establecer una estructura de educación abierta y a distancia centralizada y autónoma.
- Desarrollar un modelo claro de costes para la educación abierta y a distancia, y establecer formas seguras de financiación / modelos de negocio.
- Desarrollar la capacidad del personal y proporcionar incentivos a los profesores para participar en educación abierta y a distancia.
- Promover la investigación sobre la efectividad y los resultados de la educación abierta y a distancia.
- Garantizar la equivalencia en el estatus y calificaciones de los estudiantes de educación abierta y a distancia.
Tony Bates (2018) cree que debe existir preocupación por cómo las instituciones “convencionales” están manejando la adopción de la educación a distancia y online en su oferta académica. Para muchos profesores, hacer educación online se reduce a transferir sus clases en el aula a una conferencia web. Y para resaltar su postura explica una experiencia propia:
“Hace poco estuve en una universidad canadiense donde se discutía el diseño de un MBA ejecutivo semipresencial. El ‘plan’ era hacer disponible en la plataforma virtual una de las tres clases semanales de cada curso en lugar de una conferencia web sincrónica de 90 minutos. Un profesor insistió en que todos los estudiantes debían ver la conferencia al mismo tiempo para poder discutirla después. No se tuvo en cuenta ni el contexto de los estudiantes (hombres de negocios trabajadores con familia) ni la pedagogía ni las investigaciones sobre video clases. Peor aún, la facultad no escuchaba los consejos de los excelentes especialistas del centro de enseñanza y aprendizaje de la universidad […]. Mirando la lista de recomendaciones sugerida por Kanwar et al., puedo pensar inmediatamente en al menos una docena de universidades canadienses para las cuales la mayoría de estas recomendaciones serían altamente relevantes“.
Tony Bates (2018)
Según este autor, el verdadero problema radica en que algunos profesores y especialmente los departamentos transitan a un aprendizaje semipresencial o híbrido sin entender la necesidad de diseñar el aprendizaje o las necesidades de los estudiantes que no están siempre presentes en el aula. La integración del aprendizaje online y presencial a menudo pondrá de relieve la insuficiencia de los métodos de enseñanza anteriores basados en el aula presencial.
Aún queda mucho camino por recorrer para lograr una correcta implementación de la enseñanza online en las instituciones de educación que sepa aprovechar las ventajas y beneficios de ésta, entendiendo también sus desafíos y enfocándose en una innovación continua en lo referente a metodologías, técnicas, diseño y recursos. La docencia presencial puede aprender mucho de la educación a distancia, en términos de una enseñanza más efectiva, pero ésta aún no tiene todas las respuestas.
Fuentes
Bates, T. (ed.) (2017) Tracking Online and Distance Education in Canadian Universities and Colleges: 2017 Vancouver BC: The National Survey of Online and Distance Education in Canadian Post-Secondary Education.
Bates, T. (2017) Why is innovation in teaching in HE so difficult? 4. Integrating online and distance learning into the mainstream.
Kanwar, A. et al., (2018) Opportunities and challenges for campus-based universities in Africa to translate into dual-mode delivery, Distance Education, Vol. 39. No. 2, pp. 140-158
Mays, T. et al. (2018) Deconstructing dual-mode provision in a digital era, Distance Education, Vol. 39. No. 2
Seaman, J.E., Allen, I.E., and Seaman, J. (2018) Grade Increase: Tracking Distance Education in the United StatesWellesley MA: The Babson Survey Research Group
Wisdom, J. et al. (2014) Innovation adoption: a review of theories and constructs, Administration and Policy in Mental Health and Mental Health Sciences Research, Vol. 41, pp. 480-502