Tendencias educativas para 2019
El Observatorio de Innovación Tecnológica y Educativa (ODITE) acaba de presentar su “Informe sobre las tendencias educativas para 2019”, un interesante documento desarrollado por un gran equipo de docentes y profesionales de la educación española que nos muestra 11 grandes tendencias acogidas por el mundo educativo en los últimos meses, con una clara expansión entre las distintas instituciones y organizaciones.
Las 11 tendencias están divididas en tres grandes grupos:
Tendencias educativas en práctica:
- Aprendizaje Basado en Retos. Las metodologías activas continúan en auge (sin ir más lejos, este mismo informe incluyó el Aprendizaje Basado en Proyectos en su edición anterior), pues impulsan la construcción del aprendizaje a través de una implicación personal de los estudiantes dentro de un contexto práctico. De éstas, el Aprendizaje Basado en Retos está siendo cada vez más utilizado, con ejemplos exitosos como el de Tknika en el País Vasco, enfocado en la formación técnico-profesional. Básicamente, el ABR plantea una gran idea a los estudiantes que se convertirá en un desafío a través de la discusión de preguntas esenciales, trabajando de forma colaborativa con recursos para diseñar y ejecutar una solución.
- Aprendizaje Servicio. Estrategia que combina el currículo académico con el servicio a la comunidad, detectando situaciones de mejora para desarrollar un plan de trabajo que enriquezca el entorno a la vez que desarrolle competencias en el estudiante.
- Flipped Classroom (Aula Invertida). Modelo iniciado por Jon Bergman (y continuado en el ámbito hispanoamericano por Raúl Santiago) en el que las tareas de menor nivel cognitivo se trasladan fuera del aula, mientras que los estudiantes asisten a la sala de clases para practicar y realizar trabajo de aplicación para consolidar el aprendizaje.
- Aprendizaje Personalizado. Enfoque educativo que busca la personalización del aprendizaje a través del ajuste a las fortalezas, necesidades, habilidades e intereses individuales de cada estudiante. Es decir, el enfoque educativo es distinto para cada estudiante, siendo guiados por el profesor en el proceso de aprendizaje. La utilidad de la tecnología para dicha finalidad ha hecho resurgir este enfoque.
Tendencias educativas en desarrollo:
- Educar para Emprender. Se trata de un enfoque que diferencia el estudio de conceptos económicos o empresariales con la educación en creatividad, innovación y el empleo por cuenta propia como actitud a perseguir por los estudiantes.
- Espacios Educativos Innovadores. El proceso de aprendizaje se encuentra ligado no sólo a las prácticas y metodologías, sino también a los distintos escenarios y ambientes (físicos y virtuales) en los que éstas se desarrollan. Es por ello que se está empezando a priorizar la reflexión sobre los espacios educativos considerando su relación con el aprendizaje y los aspectos medioambientales y de sostenibilidad.
- Cultura Maker. Promueve la idea de que todo el mundo es capaz de desarrollar cualquier tarea utilizando tecnologías viejas y nuevas, fomentando la colaboración y el aprendizaje entre pares. En esta cultura, el error es visto como algo positivo, constituyendo un paso previo para el éxito en la creación.
- Robótica y Pensamiento Computacional. “El pensamiento computacional implica resolver problemas, diseñar sistemas y comprender el comportamiento humano, haciendo uso de los conceptos fundamentales de la informática” (Jeannete Wing, 2010).
Tendencias educativas en perspectiva:
- Aprendizaje Inmersivo. Su interés reside en la experiencia que proporciona al estudiante, aplicando herramientas de Realidad Virtual, Realidad Aumentada y Realidad Mixta (simulaciones, juegos y diseños virtuales en 3D, entre otros).
- Learning Analytics. El uso de ambientes virtuales en la educación online y semipresencial hace factible realizar un seguimiento en tiempo real del proceso de aprendizaje del estudiante, proponiendo acciones de mejora durante el curso para lograr el objetivo final marcado por el currículo.
- Rapidlearning, microlearning y píldoras educativas. Se trata de pequeñas unidades de contenido multimedia (juegos, textos, videos…), con una duración de entre 3 y 15 minutos, que pueden ser revisadas en cualquier momento y lugar. Su uso está aumentando, motivado principalmente por el uso de smartphones y redes sociales.