Uso de chatbots en la educación online
Son las 7:30 de la mañana. Acabas de despertar y te preguntas qué ropa elegir para afrontar un nuevo día laboral. Instantáneamente, agarras tu iPhone y preguntas, como si de un viejo amigo se tratara: “Siri, ¿qué tiempo va a hacer hoy?”.
Éste es sólo uno de los tantos ejemplos que sirven para evidenciar cómo la inteligencia artificial está cambiando nuestra vida diaria. Una de las aplicaciones más extendidas son los chatbots, programas informáticos que proveen de información o apoyo al usuario a través de conversaciones programadas.
La rápida evolución de este tipo de asistentes virtuales a impactado a millones de usuarios en el mundo durante la última década. Todo empezó en 1950, año en el que el matemático inglés Alan Turing comenzaba a jugar con la idea de la inteligencia artificial (aún ni se había acuñado dicho término), pero su desarrollo se precipitó en 2010 con la presentación oficial de Siri, el asistente virtual de Apple. Desde entonces, miles de empresas se han sumado al uso de chatbots, incluyendo Google (con Google Now en 2012) y Microsoft (con Cortana en 2015). Sus posibilidades son ilimitadas y su futuro incuestinable: el ingeniero de Google Ray Kurzweil vaticina que, dentro de 20 años, no podremos distinguir si hablamos con un bot o con una persona real.
Son muchos los sectores que están adaptándose a estas herramientas virtuales, pero su aplicación en el sector de la educación online es particularmente relevante. La presencia de un chatbot en el diseño instruccional de un curso puede ayudar a minimizar la soledad de los estudiantes, mejorando el funcionamiento de la interfaz con una atención permanente al usuario. Algunos de sus principales usos en el ámbito académico son:
- Soporte al estudiante. Éste es el uso principal de los chatbots: resolver las dudas que puedan surgir al estudiante. La ayuda puede presentarse en distintas formas, aunque lo general es que se ofrezcan distintas respuestas que le vayan guiando a través de un árbol de opciones, o bien se entreguen respuestas directas en forma de chat. También existe la posibilidad de que el chatbot muestre el funcionamiento de las aplicaciones presentes en la interfaz, para facilitar la navegación y comprensión del estudiante. De esta forma, cuando el participante se vea enfrentado a nuevos desafíos, el bot será un apoyo imprescindible de cara a resolverlos con éxito.
- Comunicar información al estudiante. El bot puede proveer distinta información al participante de un curso para alentarlo y motivarlo en el avance del mismo. En este sentido, podemos informar qué porcentaje del curso lleva completado, cuántas respuestas correctas ha respondido, qué objetos o desafíos ha desbloqueado…
- Evaluación del progreso o comportamiento del estudiante. Podemos diseñar el bot para que muestre distintas formas de evaluación (verdadero o falso, selección múltiple, etc) al finalizar un contenido o slide, sirviendo de control formativo para el estudiante y de fuente de información para el docente o la institución. Esta función puede mostrarse siempre en la misma parte del contenido o ser programada de forma aleatoria para tener un efecto sorpresa en el estudiante, dinamizando así el proceso de aprendizaje y aumentando la atención hacia los contenidos. En función de sus respuestas, también puede ofrecerse una retroalimentación personalizada al estudiante.
- Propiciar una experiencia de aprendizaje más significativa. Dada su capacidad para ofrecer respuestas sistemáticas a preguntas frecuentes, así como orientación en el funcionamiento y uso de los cursos, los chatbots permiten liberar a los docentes de ciertas tareas operativas y repetitivas, pudiendo concentrarse en el diseño de experiencias de aprendizaje más significativas.
- Provisión de itinerarios formativos. El bot puede realizar un diagnóstico de los conocimientos iniciales de un estudiante y ofrecerle seguir un determinado itinerario formativo o derivarlo a otros cursos que sienten las bases conceptuales de los aprendizajes que se necesiten desarrollar. A través de su gestión podemos ofrecer una formación alternativa que se adapte a sus necesidades y personalizar los contenidos para distintos tipos de estudiantes.
La introducción de chatbots en cursos online puede ofrecer al estudiante grandes beneficios, pero su integración con el contenido no es sencillo. En primer lugar, necesitamos definir los objetivos que intentamos alcanzar y la forma en la que el bot se integrará armónicamente con el diseño instruccional (no olvidemos que la tecnología es un medio, no un fin). En segundo lugar, y si bien existen ciertas herramientas para el diseño intuitivo de chatbots, se recomienda contar con un alto nivel de conocimiento en diseño, programación y usabilidad para su desarrollo. Por último, la inclusión de chatbots en un curso puede ralentizar el funcionamiento de éste, dados los nuevos contenidos que debemos cargar en el ambiente virtual de aprendizaje.